ARTÍCULO III
SICOTERROR LABORAL: La amenaza silenciosa
Continuamos con nuestra serie de artículos relacionados con el Acoso Laboral, una práctica que ejercitan muchas empresas.
Lo importante para entender el mobbing es que no se trata de una conducta aislada; por ejemplo, que un día el jefe amaneció más irritable o alterado. En el caso del acoso moral ocurre un accidente - que a veces puede ser nimio y gatillado por cualquier cosa- y se produce una fisura definitiva.
Natalie Moreno explica que el victimario identifica al otro, lo marca, e inicia un proceso dehostigamiento. Además se tiene que encargar de que el resto piense como él. En general, los elegidos como blancos no corresponden a lo que uno esperaría como una víctima clásica (los más débiles o torpes); al contrario, habitualmente son muy buenos profesionales, muy calificados, pero resultan elegidos porque se rebelan frente a la autoridad o no aceptan el sometimiento. Es ahí cuando el acosador inicia actividades para derrumbarlo. Y lo logra. No se clavan puñales, pero esos ataques hacen que cada día la víctima llegue a su casa más herida, empobrecida y no pueda recuperarse.
La sicóloga sostiene que existen diversos métodos para desestabilizar a la víctima de acoso moral, pero que lo esencial es atacar sin que se vea, atacar sin poder confrontar, porque cuando la agresión es abierta, transparente y clara es posible la defensa. En este caso, todo es por debajo, oculto, parte con cosas indirectas, sutiles, para empezar a generar la duda. Esa es la primera siembra. Es tan sutil que la víctima duda: ¿será verdad o me estoy persiguiendo? Hay mensajes dobles vinculantes donde se dice algo oficialmente pero por debajo hay algo más; por ejemplo: pero, corazón, si usted sabe que es un cero a la izquierda en esto. ¿Cómo respondes a eso, cómo te defiendes? (Continuará…)
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