Sitio desnuclearizado

Sección Sindical de CGT en Thales

jueves, 27 de marzo de 2008

Acoso (y III)

ARTÍCULO III

SICOTERROR LABORAL: La amenaza silenciosa

Continuamos con nuestra serie de artículos relacionados con el Acoso Laboral, una práctica que ejercitan muchas empresas.

Lo importante para entender el mobbing es que no se trata de una conducta aislada; por ejemplo, que un día el jefe amaneció más irritable o alterado. En el caso del acoso moral ocurre un accidente - que a veces puede ser nimio y gatillado por cualquier cosa- y se produce una fisura definitiva.

Natalie Moreno explica que el victimario identifica al otro, lo marca, e inicia un proceso dehostigamiento. Además se tiene que encargar de que el resto piense como él. En general, los elegidos como blancos no corresponden a lo que uno esperaría como una víctima clásica (los más débiles o torpes); al contrario, habitualmente son muy buenos profesionales, muy calificados, pero resultan elegidos porque se rebelan frente a la autoridad o no aceptan el sometimiento. Es ahí cuando el acosador inicia actividades para derrumbarlo. Y lo logra. No se clavan puñales, pero esos ataques hacen que cada día la víctima llegue a su casa más herida, empobrecida y no pueda recuperarse.

La sicóloga sostiene que existen diversos métodos para desestabilizar a la víctima de acoso moral, pero que lo esencial es atacar sin que se vea, atacar sin poder confrontar, porque cuando la agresión es abierta, transparente y clara es posible la defensa. En este caso, todo es por debajo, oculto, parte con cosas indirectas, sutiles, para empezar a generar la duda. Esa es la primera siembra. Es tan sutil que la víctima duda: ¿será verdad o me estoy persiguiendo? Hay mensajes dobles vinculantes donde se dice algo oficialmente pero por debajo hay algo más; por ejemplo: pero, corazón, si usted sabe que es un cero a la izquierda en esto. ¿Cómo respondes a eso, cómo te defiendes? (Continuará…)

Compro-matémonos por Thales

La dirección de Thales, ahora mediante el grito desesperado de su Presidente, nos suplica: “Comprometámonos con Thales” y amplía el plazo para participar en la adquisición de Acciones de la empresa con unas condiciones, se supone, mejores que las del mercado. Mmmmmm… pensemos un poquito:

  • Llevamos pidiendo a la Dirección que nos den los resultados económicos del último trimestre del año. Tres meses después seguimos a la espera… No decimos que sean malos -lo cual no sería una sorpresa- simplemente decimos que hay mucho secretismo y poca transparencia. A lo mejor es que son tan buenos que no quieren que haya avalanchas en la compra de acciones;
  • La empresa ha tenido que ampliar el plazo de suscripción, y ya sabemos que no es por generosidad de la empresa sino porque no se ha cubierto el cupo;
  • No se ha reunido al Comité de Empresa para informar sobre el asunto. Tampoco cambiaría mucho la situación si tenemos en cuenta de los usos y costumbres de la Nueva Mayoría;
  • Muchas empresas andan faltas de liquidez debido a la crisis económico-financiera que se cierne sobre occidente. No decimos que Thales sea una de ellas: no podemos saberlo, como ya os hemos explicado;
  • Las bolsas se tambalean, el petróleo está por las nubes y empieza a vislumbrarse la “desaceleración” económica.

¿Y que nos piden? Que compremos acciones obligando a mantenerlas un largo periodo de años si queremos tener un supuesto beneficio económico. Resulta sorprendente que una empresa que invierte tan poco esfuerzo (tiempo y dinero, en términos empresariales) en sus empleados nos pida ahora que empleemos parte de nuestro sueldo en la capitalización de la compañía, o dicho en términos empresariales, que nos “comprometemos” por Thales. ¿Por qué el Señor Presidente no nos habla de la más que merecida mejora de nuestros salarios, de unos beneficios sociales por encima de los 0,19 cents de euro del ticket hasta 2009, de un proyecto de carrera profesional?

No es nuestra intención disuadir a nadie de invertir en esta empresa (cada cual tira su dinero en el sumidero que quiere), simplemente recordad que si invertís en Thales IS estaréis invirtiendo en una empresa que no invierte (ni invertirá) en vosotros. No obstante, eso no quita para que pueda ser una buena inversión, siempre y cuando actuemos conociendo el escenario del mercado actual de desaceleración económica, subida del petróleo e inestabilidad bursátil y financiera. Y si tenemos ahorros para ello…

¿COMPROMETERTE CON THALES? ¿Qué tal si Thales empieza a comprometerse contigo?

martes, 11 de marzo de 2008

Acciones Contra Empleados

Los trabajadores de Thales IS han recibido ya la información por la que la dirección del Grupo nos insta en participar en la adquisición de Acciones de la empresa con unas condiciones, se supone, mejores que las del mercado. Resulta bastante sorprendente que una empresa que invierte tan poco esfuerzo (tiempo y dinero, en términos empresariales) en sus empleados nos pida ahora que empleemos parte de nuestro sueldo en la capitalización de la compañía. ¡Vaya! Se suponía que no tendríamos que pagar por trabajar en tan Grata Compañía (tranquilos, de momento la propuesta es totalmente voluntaria).

El método de pago será a través de una transferencia bancaria o bien se te puede descontar de tu sueldo. Vamos, que si optas por la segunda opción verás todos los meses el interesante espectáculo de que el agua, la electricidad, el gas, la hipoteca o alquiler y tu empleador se llevan la mayor parte de tu menguante sueldo. Algo quedará para comer, vestirnos y esos otros vicios inconfesables que tenemos todos. Quizá si se pudiera invertir en grupos podríamos emplear nuestra subida salaria para poder adquirir acciones de la empresa (quizá 50 trabajadores podrían adquirir 1 acción de Thales).

Tampoco es que pretendamos disuadir a nadie de invertir en una empresa como Thales, simplemente nos parece un tanto extraño que se pida a los trabajadores un esfuerzo inversor cuando “el camino de la excelencia”, se sabe, se consigue con todo lo contrario: invertir en el trabajador. Y eso no es “regalar” 19 céntimos en los tickets de comida, o “dar un curso de algo/loque sea” al año...con el visto bueno de los sindicatos firmadores (es la nueva ocupación que se han dado: firmar todo cuanto se les ponga por delante). Invertir en el trabajador lleva implícito ciertas cosas que no se hacen en Thales IS:

  • Se trata de posibilitar una carrera profesional para todos, con criterios razonables, claros y conocidos por todos. No tenemos ni plan de carrera, ni muchísimo menos un plan de formación. ¿Para qué queríamos una “Comisión de Formación? Ya sabemos la respuesta…
    Se trata de dar al trabajador un entorno de trabajo seguro, agradable y en el que pueda desarrollar lo mejor de sí mismo en beneficio propio y de la empresa. Desde luego, Thales IS no es ningún ejemplo de ello.
  • Se trata de no perder poder adquisitivo año a año como consecuencia directa de ser trabajador de Thales IS. Hay que garantizar la subida del IPC en el salario de todos los trabajadores, al margen de otras subidas salariales que sean consecuencia directa del rendimiento de cada cual.
  • Se trata de que las entrevistas de actividad se terminen en tiempo y forma (antes de que termine el año en curso) y que estas entrevistas sirvan para algo (por ejemplo, evaluar y desarrollar la carrera del trabajador, tal y como indica el proyecto People 1st, que un día de estos se implantará en la Compañía).
  • Se trata de creer, en definitiva, en el equipo humano que forma esta compañía y en crecer al mismo ritmo que este equipo. ¿No dicen que People 1st (lo primero es la gente)? ¡Pues que se note!

Mientras tanto, recordad que si invertís en Thales IS estaréis invirtiendo en una empresa que no invierte en vosotros. No obstante, eso no quita para que pueda ser una buena inversión (para aquellos que se la puedan permitir).

Respuesta de Negociaciones

La empresa ha respondido a nuestras propuestas de subida salarial y mejora de beneficios sociales. ¿Queréis saber la respuesta?Citamos textualmente a la e-responsable de relaciones sucio-insoportables:

hay que aclarar que exceptuando los temas de formación, el resto de beneficios sociales quedaron cerrados para el año 2008…. Por lo que referente ayudas sociales que planteasteis mediante vuestro comunicado CGT de hace unos días, consideramos que son planteamientos para el año 2009

Es decir, como el acuerdo de “beneficios sociales” abarca los años 2007 y 2008 no se podrán iniciar conversaciones hasta el año 2009, por si quedaba alguna duda. Aunque los problemas de los trabajadores nos afectan este año 2008. Quizá os preguntéis ¿a qué beneficios se refiere nuestra ínclita e-responsable? A ver, a ver… echamos un vistazo al “acuerdo de beneficios empresariales” firmado por la empresa con la “inestimable” colaboración de las Secciones Sindicales de CCOO y UGT el pasado septiembre de 2007 y ¿que tenemos?... 0,19 cents de euro por ticket y… NADA MÁS. Bueno, por lo menos no dice nada del derecho de pernada (no demos ideas). A los que estamos ahora en CGT se nos ofreció firmar semejante burla y nos negamos en redondo, por una simple cuestión de dignidad.

La Dirección, con el consentimiento y la colaboración necesaria de sus aliados (todos ellos sindicalistas puros y duros) pone freno a nuestras propuestas y reivindicaciones, que consideramos justas, equilibradas y, sobre todo, necesarias para los trabajadores de Thales IS.

Desde aquí hacemos un llamamiento a los representantes de CCOO y UGT en Thales IS para que aparquen sus intereses personales y partidistas (que tampoco creemos que sean tantos) y velen por los derechos y beneficios de los trabajadores que representan, como es su obligación.

Aún estamos a tiempo TOD@S de exigir a la Dirección el inicio de unas negociaciones para 2008 que redunden en beneficio de todos los compañer@s de Thales. Nosotros vamos a seguir luchando, con o sin ayuda, porque no vamos a vender los derechos y beneficios que son de todos los trabajadores. Desde la CGT decimos: SI NO HAY IPC, NO HAY PC.

PSICOTERROR LABORAL: La amenaza silenciosa (II)

ARTÍCULO II

Continuamos con nuestra serie de artículos relacionados con el Acoso Laboral, una práctica que ejercitan muchas empresas.

Peter (37 años, ingeniero y especialista en marketing) conoció a su Director durante una de las entrevistas de selección y le pareció un tipo buena onda y cordial. Al poco tiempo de ser contratado la relación cambió. El pasaba metido en su oficina con un grupo que lo elogiaba el día entero a niveles desagradables. Ahí comencé a darme cuenta del lugar donde estaba metido y que si no me sumaba a ese grupo de chupamedias y no salía con ellos a tomar a un pub o me quedaba trabajando hasta las once de la noche, no tenía nada que hacer allí. Era todo muy patético y arrastrado. Y creo que a él le molestaba que yo no lo alabara como el resto. Comenzó a darme cero retroalimentación y apoyo. Además, vi que dentro de mi área había dos personas que prácticamente estaban incomunicadas: ir a saludarlos era un pecado. Mi jefe ni siquiera les informaba las cosas, aunque los tenía en la mejor oficina. Fue una pesadilla estar ahí, comencé a dormir mal. Me sentía inseguro permanentemente y sabía que estaba listo para la foto. Pero también intuía que él no me iba a despedir, que la estrategia era aislar y que la gente se fuera sola.

El acosador, después de desmoralizar a la víctima, comienza la etapa del aislamiento, que puede ser físico, como relegarlo a una oficina sin trabajo o separarlo del grupo (evitándolo en almuerzos o festejos).

El caso de Peter no es un hecho aislado ni menos la trama siniestra de un guión cinematográfico. El fue víctima de lo que se ha denominado sicoterror laboral o acoso moral en el trabajo (los británicos lo llaman mobbing, y los estadounidenses, bullying), uno de los fenómenos laborales más aterradores de las últimas décadas y que se ha institucionalizado. (Continuará…)