“Vamos un poco mal de tiempo en el proyecto”, “dentro de unos pocos días salimos a producción”, “tenemos que hacer un esfuerzo”… Seguramente, a lo largo de tu vida laboral, habrás escuchado estas frases más de una vez. Y seguramente, cuando lo has hecho, te has sentido presionad@ y hasta mal compañer@ si pretendías hacer tu horario, o si decidías no hacer ese esfuerzo extraordinario que se te pedía, a no ser que al menos te ofrecieran una compensación por ello.
Precisamente es con esto con lo que suelen jugar: “¿cómo es que no vas a hacer más horas, si los demás compañeros se van a quedar lo que haga falta para conseguir terminar a tiempo?”. “Hazlo por ellos; no vas a ser tú el único que no se quede a trabajar un poco más”… Y acabas pensando realmente que tus propi@s compañer@s te mirarán mal si te atreves a marcharte cuando llegue tu hora de salir.
Sin embargo, párate a pensarlo un momento y míralo de esta otra forma: si, para ser “los compañeros perfectos”, tú y otras tres personas realizáis (por ejemplo) un 25% más de las horas que os corresponden, resulta que no ya sólo en el proyecto sino en la propia empresa, tenemos a una persona que sobra. ¿Te parecería a ti justo que un día prescindieran de tus servicios porque tienes a cuatro “compañeros ideales” que están trabajando de más?
Es cierto que nos pagan por trabajar, pero eso no significa que obligatoriamente tengamos que trabajar más de lo que nos corresponde; y menos sin algo a cambio que nos interese. No se puede presumir del capital humano de la empresa por un lado, presumir de respetar la conciliación de la vida laboral y familiar, por otro , y después pretender que vivamos por y para la empresa.
DECALOGO DEL “SOBRE ESFUERZO”
Precisamente es con esto con lo que suelen jugar: “¿cómo es que no vas a hacer más horas, si los demás compañeros se van a quedar lo que haga falta para conseguir terminar a tiempo?”. “Hazlo por ellos; no vas a ser tú el único que no se quede a trabajar un poco más”… Y acabas pensando realmente que tus propi@s compañer@s te mirarán mal si te atreves a marcharte cuando llegue tu hora de salir.
Sin embargo, párate a pensarlo un momento y míralo de esta otra forma: si, para ser “los compañeros perfectos”, tú y otras tres personas realizáis (por ejemplo) un 25% más de las horas que os corresponden, resulta que no ya sólo en el proyecto sino en la propia empresa, tenemos a una persona que sobra. ¿Te parecería a ti justo que un día prescindieran de tus servicios porque tienes a cuatro “compañeros ideales” que están trabajando de más?
Es cierto que nos pagan por trabajar, pero eso no significa que obligatoriamente tengamos que trabajar más de lo que nos corresponde; y menos sin algo a cambio que nos interese. No se puede presumir del capital humano de la empresa por un lado, presumir de respetar la conciliación de la vida laboral y familiar, por otro , y después pretender que vivamos por y para la empresa.
DECALOGO DEL “SOBRE ESFUERZO”
- Trabajar gratis para la empresa a cambio de promesas vacías que tu responsable nunca cumplirá.
- Perder dinero de manera tonta.
- Una mentira. Son horas extras que no vas a cobrar.
- Perder tu tiempo para que tu responsable pueda disfrutar del suyo (y de tu dinero).
- Estás justificando la incompetencia de tu responsable para gestionar y planificar un proyecto y la tuya propia por admitirlo.
- Algo que se olvida en cuanto te cambian de proyecto.
- Una falta de compañerismo. Tus compañer@s no han de quedarse “porque fulanito lo hace”.
- Una traición al resto de l@s trabajador@s. Con cada hora de más que haces alguien sigue en el paro. ¿Te gustará cuando tú estés en el paro?
- Un fraude a la seguridad social. Esas horas que no cobras y no cotizan, pero la empresa gana ese dinero.
- Menos pasta en la seguridad social, más peligro de que te quedes sin pensión cuando te jubiles.
Sección de CGT en INDRA
1 comentario:
¡Menos "asesores" políticos!, ¡Más inspectores de trabajo!
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