Después de un tiempo sin publicar nada, hemos decidido que llega el momento de plasmar nuestra opinión sobre el ERE que se planteó y que nuestro comité, siempre dispuesto a complacer a las cúpulas directivas de la empresa y sindicatos mayoritarios, firmó con notable orgullo y satisfacción. Fijaros si se dieron prisas que ni siquiera esperaron a que terminase el plazo legal (que es lo normal en estos casos) para convocar una asamblea informativa (en el sentido de que nos informaron que había dos opciones: o aceptar "su" acuerdo o dejar que nos echasen con 20 días...susto o muerte, vamos) y rubricar su acuerdo.
Desde luego, respetamos la decisión de los trabajadores de Thales, que decidieron acatar la decisión ya tomada y aceptaron el chantaje al que nos sometieron aquellos que se supone que dedican su tiempo a defendernos. Lo dijimos claro en su momento y lo volvemos a repetir: los derechos de los trabajadores los tienen que defender los trabajadores. Ni comités, ni sindicatos amarillos, ni ningún "negociador profesional". La mayoría de los trabajadores de Thales IS decidieron adoptar una actitud pasiva y sumisa (cada uno con sus miedos, sus motivaciones o sus razones, sin duda) ante los manejos del comité de la empresa y la dirección de RRHH y eso nos llevó a la situación del despido de 80 compañeros. Veremos a ver cuántos salimos en el próximo ERE y en qué condiciones, porque se lo hemos puesto muy fácil, compañeros.
Y por supuesto, a pesar de todo, no podemos por menos que agradecer las muestras de solidaridad recibidas por parte de secciones sindicales y compañeros de CGT, que pusieron su granito de arena en intentar luchar contra este ERE, que carga sobre los trabajadores los desmanes de una dirección incompetente (o quizá no tanto como aparentan...).
Desde luego, respetamos la decisión de los trabajadores de Thales, que decidieron acatar la decisión ya tomada y aceptaron el chantaje al que nos sometieron aquellos que se supone que dedican su tiempo a defendernos. Lo dijimos claro en su momento y lo volvemos a repetir: los derechos de los trabajadores los tienen que defender los trabajadores. Ni comités, ni sindicatos amarillos, ni ningún "negociador profesional". La mayoría de los trabajadores de Thales IS decidieron adoptar una actitud pasiva y sumisa (cada uno con sus miedos, sus motivaciones o sus razones, sin duda) ante los manejos del comité de la empresa y la dirección de RRHH y eso nos llevó a la situación del despido de 80 compañeros. Veremos a ver cuántos salimos en el próximo ERE y en qué condiciones, porque se lo hemos puesto muy fácil, compañeros.
Y por supuesto, a pesar de todo, no podemos por menos que agradecer las muestras de solidaridad recibidas por parte de secciones sindicales y compañeros de CGT, que pusieron su granito de arena en intentar luchar contra este ERE, que carga sobre los trabajadores los desmanes de una dirección incompetente (o quizá no tanto como aparentan...).
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